¨Hace tiempo que sé que el mundo no es mío, ni mi hogar.
Si la vida es una orgía, yo voy de paja mental.
Puritita fantasía; nada menos, nada más.¨

sábado, 31 de julio de 2010

La muerte y Yo



Si dependiera mi vida de recitar versos,

A cualquier balcón, a punta de pistola,

Ten por seguro que ya hubiera muerto.

Sé que la Muerte me acecha en la sombra de los ojos

De los que dicen que me aman.

La oigo, susurrándome obscenidades,

Cuando los duendes del parque me piden consejos,

Y atónitos, escuchan mis agudas respuestas a preguntas que nadie hizo.

Yo finjo que no, pero sé que me espía por la cerradura de la puerta del baño

Y arrodillada se masturba viendo como me desvisto

Y desarmo para ella.

Que se complace en lamerme los dedos,

Para que yo de vuelta las amarillentas páginas del libro de mi vida,

Que me dedica poemas y las lúgubres melodías de los velorios,

Que me besa con sabor a oscuridad, revolcándonos voluptuosamente

Entre tumbas de payasos,

Ella no tiene celos, está segura,

Sabe que al final, seré suya,

Sabe que la amo.

Efímero



Me siento y te miro;

Y te veo como eras antes,

Entonces trinan, otra vez, pájaros claros

Y flota en el aire tu risa transparente.

Te descubro sentado en mi pasado,

Desprovisto de años

Y desnudo en el alma.

Cuando miro tu recuerdo

Revivo la germinación de lo que soy,

Y mariposas se baten

En la última de mis primaveras.

Desde aquel rincón

A los gritos me despierta el silencio

Y descubro que el sol, empieza a apuñalarme la espalda.

Me levanto, resbalo y caigo a la realidad,

Y mierda desayuno,

Y luego vuelvo arrastrándomelas infinita horas

Que dura el camino a la cama.

No es fácil morir a diario,

Ver llorar a los que me aman

Por lo que no soy o por lo que pude haber sido.

Malabare´en mi Sombra



Por los polvorientos rincones de mi cerebro,

Desfilan desnudos los payasos de mi imaginación.

Entre telarañas de palabras,

Los siento retorcerse en formas extrañas,

Buscando de alguna manera salir a la luz

Y convertirse al sol.

Condenados a muerte, sin que quede de ellos,

Más que el rastro, como un sueño

Que no es posible recordar,

Como resaca de nostalgias inventadas.

Entre la realidad y la fantasía,

Sólo hay humo del que respira mi palabra

Gris y sombría,

Humo que explica mi fiebre

Y mí arrastrada manera de vivir,

Entre la indiferencia de las multitudes

Y la exaltada, pero silenciosa, tempestad de mi cabeza.

Allí, la imaginación y el insomnio

Empantanan las sábanas,

Gestando a los saltimbanquis

Que prefieren de triscarme al oído frases de amor

Antes que morir en la hierba

Y funden en un mismo beso,

Lo que es real y lo que invento.