¨Hace tiempo que sé que el mundo no es mío, ni mi hogar.
Si la vida es una orgía, yo voy de paja mental.
Puritita fantasía; nada menos, nada más.¨

viernes, 22 de abril de 2011

Para ariel

Puedo, mietras tus ojos se distraen
con valles y lunas de los paisajes ajenos a tus dominios;
detenerme a recontar el tiempo 
y enamorarme de cada luna que aparezca.
Mientras te absorban los indómitos placeres que buscas
después de siglos con  noches aburridas de oír fundamento intelectuales;
puedo recitarle versos a los balcones vacíos y las ventanas abiertas,
las flores negras y mugrientas de mi voz.
Y mataré cada sol a puñaladas frias de invierno
y abrazaré cada pena que quiera este amor,
por las siguientes horas en que se discurra entre la arena y el lamento.
Y habrá distancia de tiempo
y desiertos en tempestades de míseros recuerdos
enfrascados herméticamente,
desfalleciendo de asfixia y soledad.
Cuando tu mente vuele lejos de mi cuerpo desgarbado
y mis besos no sean mas que ecos,
brotaré como hierba de entre las piedras,
engalando estructuras inertes 
de las que nada se puede esperar.
Y si muero, no moriré para siempre!
Sino que renaceré cada mañana nueva,
en cada beso regalado y en su saliva redentora.
He de crecer implacable en la sonrisa de los míos,
en cada poesía que lagrimean en silencio,
en los ojos verdes que siempre quieren verme,
en las rastas sucias de colores que teji con mis propias manos
y en las largas noches de humo espeso
pondré sobre la mesa mi desnudez perpetua,
la puta verdad de lo que soy.

martes, 19 de abril de 2011

Noches como esta

Noches como esta, en que pienso
que el pecho oprime y el corazón late pesadamente,
en que la oscuridad más oscura es la que alberga nuestro ser,
 y el miedo te sigue por todos los espejos
y tu sombra es más que un habitante de las penumbras.
Noches como esta, en que la música se desangra 
y se desmoronan las casas;
los grillos se silencian,
en noches como estas no hay espacio para el romance. 
Y se expande la desidia 
como una enredadera de nocturnos colores
y se escuchan aullidos y gemidos lunares.
Noches como esta,  pienso; paralela al piso, al techo.
Pienso sin saber en qué. Busco. Examino el aire.
Pienso en qué pensar que no sea la soledad,
palpo sonidos aprendidos de memoria, indago,
huelo el ambiente violentamente inmutable,
atestado de palabras muertas en libros como tumbas.
  Y percivo el olor de las flores
secandose bajo la sombra humeda 
de mi presencia. 
Divago, sumergida en un océano vacío,
inmenso como el universo que contiene lo absoluto,
porque no se limita a las fronteras;
dueño de la infinidad del cosmo, 
de la elascticidad del tiempo y el espacio,
un ilimitado vacío donde habita todo,
donde todo emerge y desaperece. Pienso.

Pienso en las moscas,
en los cuadros colgados que no vendí
insultándome con sus besos,
con sus sonrisas congeladas en la armonía;
 pienso en los paisajes inventados
y en esos diccionarios viejos con dibujos de colores pálidos
mugrientos de nostalgias, polvo y telaraña.
Noches como estas, pienso...
 y Sigo buscando en que pensar.



domingo, 10 de abril de 2011

SE ENCONTRARON


El impacto de su aroma colmó su esencia
de unas finísimas partículas del pasado
que volvió a presentarse, tan improvistamente,
como suele hacerlo.
Un olor mineral de arroyo cristalino y silencioso,
de muzgo que recubre las rocas,
a pasto fresco y húmedo
de mañanas revolcándose bajo el cálido
mutismo del sol.
Enseguida se reconocieron
urgando en los rincones más ocúltos de sus ojos miel.
Examinaron, una a una, el color de sus pestañas.
Se buscaron con una desesperación,
aparentemente calma, encontrándose desnudos
entre las doradas telarañas del recuerdo.
Y ese olor, se transformó en un golpe de abrazo,
y en una impetuosa respiración
inhalando a litros sustancias que exhaltan los sentidos.
Oliéndose y tocándose lo que había de cuello desnudo, con las narices.
Y descifrando con las manos el cambio en sus rostros; se encontraron,
y estrenando luna y sensaciones,
se conocieron como no se conocían antes.

jueves, 7 de abril de 2011

Mi manera de comprometerme, fue darme a la fuga.

El glorioso silencio de mis conversaciones, la incógnita de mis puntos suspensivos, la consigna de mis momentos de miedo e inseguridad, los que hoy, me han dejado el placer de ser una cobarde, capaz de perder, valientemente,  todo, hasta lo que lleva puesto.
Me desespera la sensacion de tener la mente en blanco,
es una desesperación amordazada,
el gemido sin ruido de trasmutar lentamente.
Son frases que pudieron devenir lo que he sido
asomando a la luz que las quema.
vivo inmersa en poesia,
dia y noche con poetas
a los que les brotan de las manos o de su voz de piedra
imagenes perfectas que hasta se pueden lamer.
vivimos inmersos en poesía...
y en el silencio con la mente en blanco.
Como si fuera posible acallar la indómita voz del río que somos.

No es tu culpa, pero eso no quiere decir que no pueda dedicártelo... 
o hacerte responsable, según lo interpretes.

soleá



    Muchas veces deambulo en el patio,
por las noches ,con un cigarrillo en la mano.
 Hablando mi poesía en voz alta
como si alguien fuera responder.
Le hablo a la pared, a mi altura en la pared;
me miro a los ojos en cualquier planta
y me desafío a conversaciones interminables
donde nunca tengo razon.