¨Hace tiempo que sé que el mundo no es mío, ni mi hogar.
Si la vida es una orgía, yo voy de paja mental.
Puritita fantasía; nada menos, nada más.¨

viernes, 27 de julio de 2012

Tejiendo canciones a crochet



Asi se llamó un disco que no grabé.

Melodías improvisadas que tuve el gusto de olvidar,
arañazos en la espalda malherida de un pasao
alérgico al despertar.
Situaciones confusas. Ceguera mental.
Altanera ignorancia de la fatalidad.
Borrachos que se tumban en la barra,
siniestros compañeros de embrujos
y de suelos,
Asesinos de poemas,
mentirosos por amor,
Incrédulos de su propia existencia,
improvisen su canción.

Yo No creo Ni descreo



Ni me tiembla la mano cuando pinto
No me cayo ni hago silencio,
ni palpita mi voz cuando escribo.
si no confío, ni me entrego,
mucho menos me rindo.
Yo no juzgo, ni condeno
y tampoco ajusticio.
Mi andar no se pierde,
solo porque no hay camino.

jueves, 26 de julio de 2012

Hubieron una vez Dos



Hubieron una vez Dos,
tibios y enroscados.
Dos en una mixtura de sentido y verbo.
Dos silenciosos ecos palidecidos de luna
y amortiguados de estrellas.
Hubieron Dos, como habían sido Unos,
sueltos y desperdigados
por la Tierra;
ajenos a la ciencia
y a los estatus,
tan puros y claros,
tan desolados
que una vez se encontraron;
como se encuentran a veces,
Unos con los Otros,
y se enroscaron.
Hubieron una vez Dos,
que ahora son Uno;
cada cual por su lado.

Todos cedemos al intercambio.


Por la Libertá que tengo, la vida que tenía.
Por los versos que escribo, los callos de mis manos.
Por el silencio que guardo, tu palabra que no tengo.
Todos damos algo, y algo nos quitamos.
La experiencia te acerca a querer mejor
El desamor te arrima a la impaciencia,
por las noches de locura, florecen las ojeras;
por los años de inocencia, nos renueva la experiencia.
Todo suma... Y todo resta.

martes, 17 de julio de 2012

A los amantes


La nube que esponja su cuerpo,
de colores teñido...
imaginate.
Los labios que son todos los labios que besé,
la belleza de su pensamiento que inunda la cama
y se derrama,
las gotas negras de sus ojos muertos,
los libros que nos escuchan los maullidos lunares.
Vamos a jugar a los amantes,
a los que sulfatan de sudor,
a la entrecortada respiración del colchón que trina,
que grita su silencio doliente.
Vamos a despojarnos del cuerpo,
a hacernos uno, con la sombra que somos,
aislados de todo,
y caernos, como decía Neruda, uno en el otro;
y ahogarnos, como digo yo, en la saliva redentora
de tu boca inmensamente bella.

Y sigo, estirando tu poema
a los confines de tu ser,
agregándole frases para alcanzarte.