Así habla de mí y conmigo desde el otro extremo;
desde donde casi no veo,
quien es Norte, igualmente lejano y esquivo.
Las condiciones son de igualdad; usté al norte, yo al sur; la misma distancia hay de ida y de vuelta, y su viceversa. De un extremo al otro, la mire usted o la mire yo; es igual, las distancias no suelen variar.
Suelen, eso si, variar sus condiciones; la intensidad; la densidad y el color de las distancias, dependen de los estados de ánimo, que dependen de otras cosas que no nos interesan, porque lo importante entre nosotros, es la distancia. Esa aparente distancia con la que nacimos, y gracias a la misma seguimos escribiendo;
esa distancia, es como un hilo fino, que une su camino y el mío.
desde donde casi no veo,
quien es Norte, igualmente lejano y esquivo.
Las condiciones son de igualdad; usté al norte, yo al sur; la misma distancia hay de ida y de vuelta, y su viceversa. De un extremo al otro, la mire usted o la mire yo; es igual, las distancias no suelen variar.
Suelen, eso si, variar sus condiciones; la intensidad; la densidad y el color de las distancias, dependen de los estados de ánimo, que dependen de otras cosas que no nos interesan, porque lo importante entre nosotros, es la distancia. Esa aparente distancia con la que nacimos, y gracias a la misma seguimos escribiendo;
esa distancia, es como un hilo fino, que une su camino y el mío.