Sus manos les son destinadas,
los huesos de sus manos son de su pelo,
sus espacios vacíos y sus silencios muertos
o dormidos como siglos,
se los han guardado enteros.
Tan solos, a la sombra del mundo,
tan aislados de todo,
solitos ellos, estando juntos.
Y basta su olor para borrar el pasado,
y basta su boca para curarse los besos.
Más de un cuarto de siglo aguardaron
sus tristeza de luto y cementerio,
y se llegaron nublados
sin parecidos notables
a las mañanas de antes.
Y como ahora no se agitaba la luna,
y como ahora, día por medio,
más de un cuarto de siglo,
se esperan durmiendo.
los huesos de sus manos son de su pelo,
sus espacios vacíos y sus silencios muertos
o dormidos como siglos,
se los han guardado enteros.
Tan solos, a la sombra del mundo,
tan aislados de todo,
solitos ellos, estando juntos.
Y basta su olor para borrar el pasado,
y basta su boca para curarse los besos.
Más de un cuarto de siglo aguardaron
sus tristeza de luto y cementerio,
y se llegaron nublados
sin parecidos notables
a las mañanas de antes.
Y como ahora no se agitaba la luna,
y como ahora, día por medio,
más de un cuarto de siglo,
se esperan durmiendo.
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