Luego de una silenciosa distancia, y de mi verbal ausencia, te escribo, mi buen amigo y poeta; sobre estos sures otoñales que comienzan a roerme la estructura, a desintegrarme el alma, si es que eso fuera posible.
Es tan fácil describir el frío para mí; Cómo progresivamente me hunde sus puñales, o me aprieta los pulmones haciéndome estallar este hollín al exhalar, cómo envuelve toda la ciudad con una atmósfera cenicienta y azulada. Qué dolor el frío... Y las nostálgicas luces naranjas de buenos aires, ahí; sin poder hacer nada, con esa calidez inservible... Es casi un sacrilegio.
El frío es una puta mierda, compañero. Pero peor sería si las lucen fueran blancas.
Es tan fácil describir el frío para mí; Cómo progresivamente me hunde sus puñales, o me aprieta los pulmones haciéndome estallar este hollín al exhalar, cómo envuelve toda la ciudad con una atmósfera cenicienta y azulada. Qué dolor el frío... Y las nostálgicas luces naranjas de buenos aires, ahí; sin poder hacer nada, con esa calidez inservible... Es casi un sacrilegio.
El frío es una puta mierda, compañero. Pero peor sería si las lucen fueran blancas.
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