Se desangra

No sabemos si la vida es única, pero sabemos que es larga, estrecha y jodida. 

Y no voy a mirar a mis costados y decir, "al menos, no nací en África, donde podría ser peor; por lo menos tengo salud y como diario"... No me voy a contentar con las desidias de otros. No es ningún honor taparme los ojos con bendas de conformidad, ni quiero palmadas auto compasivas en la espalda.
No estoy muriendo de dolor, solo muero lentamente y a conciencia de que, nada pude hacer para detener el dolor mio y mucho menos, el de otros.
Si un día, llegaste a sentir lo que siento, es porque habrás pensado en todo lo que habita y anima el mundo, entonces te habrás hecho consiente de que la muerte y el dolor, gobiernan las vidas de este basto planeta. 

Que lo único que podés decir es, sé estoy vivo porque me duele la carne, me duelen los sueños y los pensamientos; si un día sentiste como yo, entonces te habrás enterado de cómo se siente la falta de sentido 

y a qué sabe el dolor de los demás.

Soy esqueje

Un mar de confusiones inunda de tormentas negras
y luminosos estruendos,
que apenas, sugieren la descripción el paisaje.
Pequeños raptos de lucidez
como verdades que destellan intermitentemente
y vuelven a perderse en la oscuridad de un sumidero.
En la universal languidez de la duda,
se confunden las incorporas imágenes
y algunas percepciones.
Nada es seguro en el silencio mortal
que todo lo impregna,
todo se agita por dentro
aunque parezca la quietud empinada de las montañas;
cada cosa en sus rincones más íntimos, se estremece,
a veces de frío, otras de furia.
Nada es indiferente a la brisa, ni a la tormenta.

Los ojos

Ojalá pudiera recordar todo lo que pienso.
Las noches se mueren de aburrimiento
esperando mantener endeble el instante preciso.
Las moscas, soberanas de este reino en ruinas,
gravitan alrededor de un vertedero de versos destripados
los que vomito cada luna, como si pudiera
purgarme las quimeras que encuentro
al clavar mis ojos en los ojos de otros.
Difusas imágenes, convencidas de ser nube
que se disipan con el movimiento del aire, se diluyen,
dejando sólo los dudosos colores,
los que no podría memorizar aunque tratara.
Brotan, así, como espinosas enredaderas,
situaciones supuestas, momentos imaginarios
para aunarse con los restos
de lo que algunos ojos me mostraron.

Sin la menor participación cognitva conciente

La ambigüedad de las cosas
y las sombras que proyectan algunas palabras, me desconciertan.
Un transfondo constante de murmuraciones inexactas,
de razonamientos imprecisos
como un río eléctrico de enorme caudal,
...una sinápsis violenta que me prepara para la lucha.
No. Para la huida, porque nada es lo que pretendo ganar.
Sólo salvaguardar mi particular existencia
del ir y venir al infierno de seres ajenos a mi ilimitada finitud.
Poco a poco, los murmullos abren pasos a los gritos

se agrietan las columnas del día
y se desmorona la noche y su eclipse lunar
sobre mis astillados pensamientos.
Ahora pregunto, A dónde iré a encallar,
naufraga, arrastrada por el viento
en océanos asquerosamente turbios.
Hasta dónde puedo llegar con éstos, mis pies de cemento,
por caminos alfombrados de miseria, con el aire denso?
A un desierto, tapizado de cordura
donde poder ser el humo que todo lo cubra.

Alexitimia

No juzgaba porque nada le conmovía;
era igual una puesta de sol que mirar
como gira el ventilador en el techo,
las moscas y las mariposas, le rondaban indiferentemente grises,
en el flujo circundante de su apatía con el mundo.

Una noche, en medio de la espesura selvática
miré las estrellas, millones de ojos blanquecinos
atestaban la noche
y una bola de fuego verde nos sobre voló dejando una estela
y después, otra vez, la infinita oscuridad,
y siguió así, inmutable;
a eso se parecía, al vacío ecuánime del silencio,
a la ignorancia estática de los sentimientos,
a la imperturbabilidad fotográfica de los epitafios.
Un ente refractario que no sueña,
que no aporta, que no suma, ni quita.
Y aunque tampoco sufre
y sus signos vitales vociferan que está vivo...
Aburriría a cualquiera!

Recuerdos pal futuro

De estas imágenes azules
se tiñen los recuerdo que he anhelar cuando todo se pierda,
entonces dejo que la vida se escurra lenta, gota a gota,
como si pudiera prolongar la imperturbable plenitud
de No- Ser- Con- El- Mundo.

Aún a sabiendas de que es inminente
la finitud de un estadio
y que se avecina tormenta,
me impregno del olor de cada cosa
para tener qué extrañar.

Donde mueren mis Gametos

Se agitan polillas en los huecos vacíos
de los recuerdos que ya no tengo;
los que han sido erosionados por alguna saliva,
los que, de tan viejos, se han desvanecidos.
Así como ellos, soy parte del viento,
...una molécula efímera del anonimato deshabitado y puro,
que sangra rayos de luna sobre los techos;
soy principio y final de una noche que provoca resacas,
lengua llagada de hastío, soplo desolado de invierno
calentándose bajo el sol como los lagartos.
Emerge mi esencia de oscuras nostalgias asesinadas
por las manos de un idiota
que las mata ahogadas en silencios...

y creo que soy yo.

Del silencio

Contengo misterios indecifrables,
el orden concreto de los versos que no se revelan ante mi.
ventiscas de palabras cayadas
y alucinaciones auditivas que murmuran silencios.
Como océano amurallado contengo los peces que solía escupir cuando a gritos
las estrellas me pedían historias para llevarlas en el viento a tierras lejanas,
donde nace el vino, donde gobiernan los duendes.
Nada puedo decirte si me abarca la oscuridad,
si mi propia ausencia crece como enredadera dentro de mio,
sino distingo entre sombras mi individualidad,
si confundo los cuerpos con extensiones de poemas;
pues soy espejo de otros...
y los otros, me devuelven la voz