Técnicamente estamos mudos;
estamos silenciados
por la fantasmal distancia
de tu boca a la mía;
las de nuestras miradas,
que afinan en la nada
una puntería sin gracia.
En teoría ya estamos dichos;
vos con tu destino semiarmado
yo, con nada por hacer a ciencia cierta,
sin cuestionarme las verdades de la filosofía.
Al parecer, no nos parecemos, ni siquiera un poco,
vos, estas hech@ de vidrios y alambres,
Yo estoy estoy armad@ de ausencias,
tan presentes, como hoy es quererte
Y es un pequeño viento, un vendaval famélico;
y triste, como un corso de los de Dolina.
Es un querer estático y eléctrico,
una divina comedia.
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