De vez en cuando, cuando me turban las sombras,
y la ansiedad se hace carne,
cuando los cigarrillos son los únicos cercanos,
recuerdo,
Y no es un recuerdo muerto, ni mucho menos.
Es una ínfima compañía de la que nos dábamos;
Un abrazo furioso de tus versos borrachos,
la sangre herida de podridos corazones,
es saberse entendid@ por tus cosas
o por las mías...
Es una botella tirada, en el piso;
las telarañas que me cuelgan...
Una música callada.
Las sobras mías que no se comen ni las ratas,
aunque yo a las ratas tampoco,
me las comería.
Hermoso blog, me encanta. Te invito a pasar por mi blog de las cartas al viento en: http://windletterscmds.blogspot.com/ Saludos cordiales.
ResponderEliminaroh, gracias....
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