Quedaron ciegos los ojos de las lunas
que ya no alumbran los caminos que anduvimos,
desnudas en el alma y con corazón complicado...
Aullando la noche borracha,
canciones compuestas con el humo azul
saliendo de tu boca…
Hoy, los días tienen un sol amargo,
la mañana es gris y, la noche opaca
con estrellas que, en pena contemplan
lo triste de tus ojos reflejados
en el mar del desconsuelo
que alberga tu corazón roto.
Hoy, anda tu vida derrochando sonrisas de vino y fulgor,
errante entre los extraños
que aún no alcanzan a llenar los huecos mudos
de secretos sin contar.
Miras tu espejo y nos vemos,
si sonríes, sonrío y si me extrañas, yo también.
que ya no alumbran los caminos que anduvimos,
desnudas en el alma y con corazón complicado...
Aullando la noche borracha,
canciones compuestas con el humo azul
saliendo de tu boca…
Hoy, los días tienen un sol amargo,
la mañana es gris y, la noche opaca
con estrellas que, en pena contemplan
lo triste de tus ojos reflejados
en el mar del desconsuelo
que alberga tu corazón roto.
Hoy, anda tu vida derrochando sonrisas de vino y fulgor,
errante entre los extraños
que aún no alcanzan a llenar los huecos mudos
de secretos sin contar.
Miras tu espejo y nos vemos,
si sonríes, sonrío y si me extrañas, yo también.
En tus ojos vi pasión, vi arte y esplendor,
en tus palabras oí consejos
y frases desempolvadas de algún libro,
volcaste tus ganas en mi risa,
tu sonrisa en mi corazón, tus ojos en los míos...
soy dueña de placeres intangibles
pero existentes donde solo yo los puedo ver,
no puedo presumir de ellos, ni quiero,
solo pretendo llevarlos conmigo,
que perduren hasta que mis huesos sean tierra,
y cuando mi alma se despida de mi cuerpo inerte
limpiaras mi mármol del glorioso olvido
y nos veremos en el infinito, mi dulce musa!
(Con Yael)
en tus palabras oí consejos
y frases desempolvadas de algún libro,
volcaste tus ganas en mi risa,
tu sonrisa en mi corazón, tus ojos en los míos...
soy dueña de placeres intangibles
pero existentes donde solo yo los puedo ver,
no puedo presumir de ellos, ni quiero,
solo pretendo llevarlos conmigo,
que perduren hasta que mis huesos sean tierra,
y cuando mi alma se despida de mi cuerpo inerte
limpiaras mi mármol del glorioso olvido
y nos veremos en el infinito, mi dulce musa!
(Con Yael)