Un torbellino celeste
enredando las improbables ideas.Un eco inaudible robota en la estática imagen
que sonríe inerte.Puede que no sea cierto, que no exista saliva
que embriague como el vino,que lo que late sean sólo mis puras ansias,
que no tenga corazón o que no tenga tripas.Puede que vea las cosas de forma subejtiva,
es que me habita el humo
y los gatos pasean por los techossus orgíasticos maullidos;
de repente risas, de repente llantos,de repente todo.
Seguro imagino más de lo normal;en mi inconciencia,
huelo perfumes de bosque fresco,muerdo y araño pieles de seda,
de tierra húmeda, con mis manos sangrientas.
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