Desde mi ventana, te desprecio y me burlo.
Todavia no has podido conmigo,
no me has contaminado con tu sangre;
Ya no me conmueve tu imperfecta belleza,
ni me exhalta tu risa.
...Podría llegar tu fin, y yo seguiría aqui,
inmutable, viendo como se viene todo a pique sobre vos;
frotándome las manos
con la satisfacción de los dioses indiferentes
cuando arrazan con vientos miles de vidas.
Nada puedo hacer para detener tu autodestrucción,
no puedo ni quiero,
como tampoco has querido salvarme de la mía...
te declaro la guerra, Mundo de mierda!
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