El gato se infla y se desinfla, ajeno a todo, no le importa na.
Sólo respira con los ojos entreabiertos.
El gato escucha mi respiración y estira su corta longitud
sobre mi cubrecamas.
Sólo respira con los ojos entreabiertos.
El gato escucha mi respiración y estira su corta longitud
sobre mi cubrecamas.
Mientras yo me quemo los dedos, el gato abre un ojo para verme.
Elegante en su silencio, me chamuya:
Los inviernos, son más estimables en los recuerdos;
dice sin decir, mientras le cae el sol en el lomo atigrado.
dice sin decir, mientras le cae el sol en el lomo atigrado.
Necesito del sol para curarme, del pasto brotando sigilosamente,
del trinar de los pájaros. Necesito a clamor silenciado
y temblando en tu cama, del calor para vivir.
del trinar de los pájaros. Necesito a clamor silenciado
y temblando en tu cama, del calor para vivir.
Y necesito de los colores...
y de la libertad de movimiento en los techos.
Para poder fundirme y estañarme al todo,
necesito al calor;
a la luna desnuda en el cielo,
al sudor del campo entre los árboles levantándose,
al arrullo tibio del verano que me lame los hombros
y me afila la tristeza.
y de la libertad de movimiento en los techos.
Para poder fundirme y estañarme al todo,
necesito al calor;
a la luna desnuda en el cielo,
al sudor del campo entre los árboles levantándose,
al arrullo tibio del verano que me lame los hombros
y me afila la tristeza.
Preciso sus letras y el anaranjado horizonte que me llama
con aullidos en la distancia;
que me flajela con recuerdos mal dosificados.
con aullidos en la distancia;
que me flajela con recuerdos mal dosificados.
Para maullar cálidamente sobre mieles dulces y exóticas;
para recobrar la memoria de otros calores,
de otros lugares y con otras personas:
Imploro la perpetuidad del calor y la desnudez del sol.
de otros lugares y con otras personas:
Imploro la perpetuidad del calor y la desnudez del sol.
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