Hay una nostalgia de alguien
o algo que no conozco;
y la absurda certeza de la presencia
sonante de mi muerte a la izquierda,
con su suave incorporeidad y su cenicienta sonrisa
de baldío solo y tapizado de estrellas.
Mi anhelada novia que a la vida me remite,
que mi mira paciente con sus ojos desnudos
de inmigrantes obligados al olvido;
de voz amable y lejana,
mariposa rubia de largo y llovido cabello,
de amanecida sonrisa
y letal silencio.
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