Mi luna descolgada, mi cielo vacío
y mis palabras a la nada...No te olvides de volver que te pienso
cuando miro las arañas tejer sus trampas en el techo,
te pienso, cuando mora el silencio del bosque
la distancia corporal que nos une,
como la misteriosa fuerza de quienes ignoran el olvidar
y se adoran de saberse existir prudencialmente distantes.
Tu voz callada, Luna, que me llama
cuando yo no me animo a hacerlo,
tu voz que me sangra las palabras,
tu tibiecita voz de recuerdo.
No te olvides de volver que te espero sin esperar
y sin contar el tiempo.
y mis palabras a la nada...No te olvides de volver que te pienso
cuando miro las arañas tejer sus trampas en el techo,
te pienso, cuando mora el silencio del bosque
la distancia corporal que nos une,
como la misteriosa fuerza de quienes ignoran el olvidar
y se adoran de saberse existir prudencialmente distantes.
Tu voz callada, Luna, que me llama
cuando yo no me animo a hacerlo,
tu voz que me sangra las palabras,
tu tibiecita voz de recuerdo.
No te olvides de volver que te espero sin esperar
y sin contar el tiempo.
ALGO, algo tienen estos poemas que me gusta tanto.
ResponderEliminar...
ResponderEliminarqué será?
La verdad que tus poemas son como colares de palabras presiosas que se pueden presumir en el cuello del alma ya que esta se llena de solo leerlas
ResponderEliminaray, Imaginate, Luna... que sos o no, como me temblaron las dudas.
ResponderEliminarNo me reveles tu verdad, quedate incierta y confusa.