agazapada en la oscura soledad de mi intimidad.
Una etérea criatura que fluye en un río
de indecifrables vociferaciones;
dos ojos que me hablan
y la sonrisa inconexa de mi tristeza
reflejada en la vidriera,
una tardía respuesta a las urgencias de un pasado
que continúa latente, caminando por mis venas.
La despersonalizada faceta
que se fugó mi cordura
y la vertiente de bajos instintos que escupe su boca;
una indecente escultura que se me parece
y que niego rotundamente.
Una insufrible reverberación de mi propia autoría;
poesía antagónica de mis versos escritos
con puño y callos,
con Luna y escarcha,
con pasado y presente....
y un futuro que nunca llega.
ah! muy bie me gusto mucho.
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