ni el barniz brillante del collar que oscila de un lado a otro
sobre su pecho blanco y levantado.
Me curé su presencia,
Y de su desgraciado recuerdo
que apenas deambula, levemente,
en mi juicio, vacío de su esencia
sin un peso específico que lo sustente,
como una mala interpretación de una imagen
como un concepto equívoco
que no es aplicable a lógica alguna.
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