Sin usar adornos, ni lunas como farolitos de la noche,
ni mis tristezas fingidas como guirnaldas para apelar a tu solidaria dulzura,
como cuando ves un perro solo en la calle, y le das de tomar agua de tus manos,
arrodillad@ en el pasto.
Las cosas pasan; aveces, como moscas que zumban,
otras como el agua fantasmal del Reconquista y sus botellas de plástico reciclable,
o como el tiempo, que te enclaustra contra la pared y te aprieta la corbatita,
sin violencias sensuales que te exalten, te va quitando el aire...
Pero pasa.
Y no hay cosas buenas ni malas, sólo hay cosas que pasan;
y sino te atropella un beso puede que lo haga un auto;
y al mediodía cuando el sol sale, sigue siendo probable que te llueva
hasta las rodillas.
ni mis tristezas fingidas como guirnaldas para apelar a tu solidaria dulzura,
como cuando ves un perro solo en la calle, y le das de tomar agua de tus manos,
arrodillad@ en el pasto.
Las cosas pasan; aveces, como moscas que zumban,
otras como el agua fantasmal del Reconquista y sus botellas de plástico reciclable,
o como el tiempo, que te enclaustra contra la pared y te aprieta la corbatita,
sin violencias sensuales que te exalten, te va quitando el aire...
Pero pasa.
Y no hay cosas buenas ni malas, sólo hay cosas que pasan;
y sino te atropella un beso puede que lo haga un auto;
y al mediodía cuando el sol sale, sigue siendo probable que te llueva
hasta las rodillas.
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