Yo soy quien te espera, aunque este nula mi presencia;
aunque aparente no estar con mi vacío en tu cama.
Y no lo decís vos, lo digo yo; Con la autoridad que tengo sobre mí.
Con lo disfuncional de nuestra historia, y el destiempo que nos toca.
Hubiera querido otro tiempo, otras cosas; pero nacimos donde nacimos
y en las circunstancia que nos han devenido.
Aprendí a cara de perro lo que nadie me enseñó.
Aprendí a cara de perro lo que nadie me enseñó.
Ensayé, una y otra vez, lo que tengo que ser:
Yo soy tu mujer.
Yo soy tu mujer.
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