" Es una lástima que no estés conmigo
cuando miro el reloj y son las seis.
Podrías acercarte de sorpresa
y decirme "¿Qué tal?" y quedaríamos
yo con la mancha roja de tus labios
tú con el tizne azul de mi carbónico."
Juan Die:
Mario Benedetti... pero cuando lo lei, dije: "por que no escribirselo a sole?"...
Si, ya lo sabía, lo conozco...
A veces, a Mario me lo encuentro en el jardín de mi casa, mirando las plantas... "No te parece que la Ruda es una planta espantosa?", me preguta. Y sí, tiene razón, es una planta verdaderamente horrible! Pero estaba antes que yo, en esta casa. Siempre le prometo quitarla, para que este más a gusto en mi jardín, pero nunca lo hago...
quizas, porque Bendetti, me recuerda tiempos muy felices, de esos que no se repiten... de esos que parecen unas vacaciones felizmente interminable, hasta que se te cae encima el invierno, un invierno pesado y de mierda; que acaba con los pocos vestigios del calorcito alegre.
Mario me recuerda el amor y sus no miserias...
Mientras ceba mates, merodeando el jardín y acechando mis recuerdos, con su sonrisa transparente de viejo que ha vivido más que yo, y que conoce cada uno de los pasos que voy a dar, pero finje sorpresa cuando le cuento mis cosas. Mario se hace el boludo porque sabe bien que, yo leía esas palabras en un libro prestado, en ese departamento que tenía más olor a sudores compartidos que a comida...y que de hecho, nunca habia comida, no de la ingiere el cuerpo.
Si, lo conozco. Nos concemos hace mucho tiempo, me visita en mi jardín... y a veces, con qué gusto lo sacaría a patadas!